Hola, estamos hoy con Claudia, que es graduada en nutrición y graduada en psicología. Son dos disciplinas que van muy de la mano y vamos a tratar temas como el sueño, la ansiedad o cualquier tipo de trastorno psicológico o problemilla que podamos tener. También, sobre cómo podemos atajarlo mediante plantas o cambiando nuestros hábitos. Así que la primera pregunta que voy a hacer Claudia es:
En tu consulta de psicología, ¿Cuáles son los problemas a los que más te enfrentas durante tu día a día?
Por una parte, yo como estoy en nutrición y psicología, sí que es verdad que en un primer momento me dedicaba a la nutrición. Hasta que de repente me di cuenta que en la consulta de nutrición había mucha gente con problemas más de tipo psicológico.
Entonces fue cuando se me metió un poco el gusanillo de la psicología y me metí en el grado. Y a partir de ahí solo me dedico a la psicología. Pero sí que es cierto que estoy especializada en algunos problemas de relación con la comida. Entonces, en general, lo que más veo son problemas de ansiedad, de bajo estado de ánimo, de estrés, problemas laborales, … Pero al final casi todo lo que una a todo es la ansiedad.
En concreto, en problemas de relación con la comida hay mucha ansiedad. Seguro que en consulta se iba a hablar de la ansiedad por comer. Si tengo que poner un titular de porcentaje, ansiedad sin lugar a dudas es lo que más veo.
¿La gente tiene esa ansiedad y muchas veces eso deriva en un trastorno también con la comida?
Sí, es como digamos que la forma de gestionar su ansiedad. En lugar de ser a través de recursos más adaptativos, se hace a través de la comida. Entonces da lugar a ingestas compulsivas, a atracones. Es lo que llamamos también comer emocional. Que tus emociones, en este caso la ansiedad, te llevan a comer en lugar de a utilizar otras herramientas.
¿Desde qué perspectivas podemos abordar la ansiedad?
Pues se puede abordar desde un montón. Sí que es cierto que cuando la ansiedad sea un poquito elevada, lógicamente recomendaría que hubiera una consulta de psicología. Pero sí que es cierto que hay pequeños hábitos que al final ayudan un montón a gestionar esto.
De hecho, de las cosas que solemos proponer en consulta al principio, entre ellas es por ejemplo hacer ejercicio. Que puede parecer una obviedad. Pero es una de las primeras cosas que se proponen porque tiene un efecto muy claro en nuestro organismo y que nos lleva a bajar un poquito ese nivel de alerta.
Tener ciertos hábitos también nos puede ayudar efectivamente a bajar un poquito el nivel de activación, que por sí mismos, a lo mejor de forma aislada no van a hacer que toda ansiedad de repente desaparezca. Pero sí pueden echar una mano. Por ejemplo, utilizar las infusiones en todo esto.
O.- Hablábamos antes de cámara, sobre todo la cuestión de intentar relajar tu cuerpo, vivir ese momento mindfulness en el que estés. En algunas personas la estrategia de abordar puede funcionar. Al final dentro de la psicología hay un montón de recursos que podemos disponer de ellos.
C.- No a todas las personas les funcionan de la misma manera, pero es interesante probar. Y al final, tanto el ejercicio, que es algo que todos podemos hacer; como en este caso, hacer una rutina en la que ves ciertas infusiones con ciertas plantas que tengan ciertas propiedades, sí puede ser interesante. Porque igual no te hace nada, pero igual sí. Entonces, como es algo que no cuesta nada, que es incluso rico, ¿por qué no probarlo? Las plantas tienen sus beneficios, ¿no? Algunos están demostrados, otros no están en tela de juicio y no hay demasiada bibliografía.
Me gustaría que nos contases un poco ¿Cuáles son las plantas que podemos utilizar? ¿Cuáles son para ti las plantas que podemos más utilizar en este camino de la ansiedad?
Sobre todo, que no tengan teína. Eso es importante. Y luego, hablamos un poco de la tila, que es una planta interesante para esto. El tema de los pétalos de azahar, la lavanda. Todas estas plantas, al final, y más que seguro que se me quedan en el tintero, tienen propiedades que se relacionan con ciertos efectos relajantes.
Me hablaste de un concepto que era muy interesante que era la higiene del sueño.
Son como 10 mandamientos, que yo no los voy a decir ni en orden, ni exactamente así, porque es imposible que me acuerde de todos. Pero son 10 tips que se relacionan o se recomiendan para facilitar la conciliación del sueño. Trataré de decir algunos:
- Intentar tener horarios regulares.
- Levantarnos y acostarnos más o menos a las mismas horas, independientemente de lo que duermas.
- Si hacemos siestas que no sean de más de 40 minutos.
- No tomar alimentos azucarados o picantes 4 o 6 horas antes de acostarnos.
- Tampoco tomar cafeína ni teína, lógicamente. Por ejemplo, ahí las infusiones, claro, sí estarían recomendadas. Sería interesante incluirlas.
- Conseguir una configuración de temperatura que sea agradable para nuestro cuerpo.
- Intentar que no haya muchos ruidos.
- Que la ropa sea cómoda.
- Y una cosa que antes no dije, pero que es interesante, es el uso de las pantallas.
¿Crees que los trastornos del sueño vayan en aumento en el periodo que llevas haciendo como psicóloga? ¿O es una cosa que se ha normalizado y que se ha estabilizado?
Sí que es cierto que hay mucha gente que tiene problemas del sueño. Quizás no a nivel trastorno, digamos. Es como ¨pues me cuesta dormirme o me despierto por la noche¨. Pero como trastorno, tengo que decir que yo personalmente no veo muchos. Sí problemillas. Pero llamarlos trastornos quizás es como muy grande. O sea, que serían problemas que se pueden solucionar recurriendo a tips básicos. Pues en una consulta, redactar un informe. ¿A qué horas estás comiendo? ¿A qué horas tienes ejercicio? Vamos a alimentarlo un poco de tu vida. Y a establecer unas pautas.
¿Cuáles son las infusiones que no deberían faltar en tu alacena?
Vale, pues, bueno, como ya te chivé antes, sí que es verdad que yo soy más de café de toda la vida. Pero, si tengo que elegir una infusión, son frías siempre. A mí las infusiones, esta (sostiene Calma tu Karma), por ejemplo, que es fría, muy rica. Y cuando son frías, la verdad es que me adapto un montón a todo.
Entonces, mientras sean frías, la que quieras, todas.
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Pero que riquiña Carmiña3,55€
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Calma tu karma3,55€
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Depura con Locura3,55€
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Mordisco de Hibisco3,55€
¿De dónde vienes a tu vocación por la nutrición? ¿Cómo empezaste? Cuéntame un poco cómo pasaste de la nutrición a la psicología. ¿Cómo empezaste con la nutrición? ¿Por qué te decantaste por ello?
Pues, yo siempre tuve claro que quería dedicarme a algo relacionado con la salud. Siempre. Sabía que fisio no, porque de manualidad no me apetecía. Enfermería, no me terminaba tampoco de tal. Medicina era una opción. Y claro, como esto de que para ser psiquiátrica no te da la nota, pues dices me meto donde sea. Y como yo me quería ir fuera de mi casa, mis padres me podían ofrecer la oportunidad de irme, aunque sea unos años. Pues me fui fuera.
Y me fui a estudiar nutrición un poco por descarte, la verdad. O sea, no te voy a mentir. No fue una vocación de me encanta la nutrición, sino que fue por descarte. Entré pensando que igual me cambiaba, pero me gustó. Me pareció muy interesante y entonces me metí. Y eso es lo que te decía, luego empecé a trabajar, me di cuenta que faltaba ahí algo y fue como dije: psicología.
¿Qué consejos le darías a todas esas personas en cuanto a ansiedad o problemas a la hora de conseguir conciliar el sueño?
Bueno, lo primero siempre sería valorar, lógicamente, acudir a un profesional, tengo que hacer un poco de publicidad. (Risas) No, pero fuera bromas, me parece interesante valorar si es necesario o no. Hay veces que no es necesario llegar a ese punto, efectivamente.
Entonces, pues quizás eso, poner en práctica pequeñas prácticas. Pues eso, como las que hemos comentado. Previsión del sueño, a nivel de ansiedad, empezar a hacer un poco más de ejercicio. Si vemos que eso no funciona y que seguimos con un poco todas estas problemáticas, pues ya quizás sí acudir a un profesional que te pueda echar una mano. Que a veces no es más que darte ese empujoncito. A veces no, en casos más complicados. Pero darte un empujoncito para poner un poco en orden los hábitos … Hay veces que no es más que eso.
Digamos que esa perspectiva desde fuera. Que tú estás en tu día a día y no lo ves en tu casa. Hablar con una persona que te va a tratar profesionalmente sin ningún tipo de prejuicio, de una forma libre. Pues da que una visión es más imparcial.
Ya que dices el prejuicio, de hecho, porque me parece importante que el profesional que se elija, tanto en psicología como en cualquier otra disciplina, pero en psicología quizás, hago un poquito de hincapié, que estés cómodo o cómoda con ese profesional. Es algo súper importante. Si no, no funciona.
O mi experiencia es esa. Es súper importante que encajes con esa persona, que te sientas que puedes contarle cualquier cosa. Que sientas esa confianza. Que sientas que él no te está juzgando. Todo eso es muy importante. Y si eso no lo estás sintiendo, también… Trabajar con otro.