La agricultura regenerativa es un concepto que ha surgido como el grial de la agricultura intensiva. Un objetivo al que toda explotación agrícola debería aspirar. Pero… ¿Qué es la agricultura regenerativa? ¿Compite contra la agricultura ecológica? Hoy en Orballo nos dedicamos a compartir algunas reflexiones sobre este concepto. Acompañadas de Joaquín, nuestro ingeniero agrónomo, ampliaremos estos conceptos a la vez que os ilustramos cómo se prepara un terreno para su cultivo en agricultura ecológica. ¿Creéis que hay tanta diferencia?.
Agricultura regenerativa vs agricultura ecológica.
En principio puede parecer que estos dos conceptos están muy cercanos. Y lo cierto es que si. Casi todo lo que se hace en la agricultura ecológica está contemplado en la agricultura regenerativa y viceversa. No obstante, hay algunas cuestiones que conviene desmenuzar para encontrar las diferencias. ¿Mejor o peor? Pues diferente. Es muy difícil continuar con nuestro actual ritmo de consumo (y desperdicio) si nos centramos exclusivamente en la agricultura ecológica. Desde nuestra perspectiva, una agricultura ecológico solo es posible con un consumo responsable evitando el desperdicio. Sin embargo la agricultura regenerativa, puede ser un paso para volver las actividades de la agricultura intensiva más respetuosa con el medio ambiente. De esta forma, mientras el modelo no cambie, ganamos algo de tiempo.
¿Qué son la agricultura regenerativa y ecológica?
A continuación os desgranamos los 5 principios que se tienen a considerar para definir si una explotación cumple los estándares de agricultura regenerativa. Las vamos a comparar con lo que actualmente hacemos en Orballo, o lo que cualquier explotación ecológica puede incluir en su dinámica de cultivo.
Eliminación de tratamientos mecánicos, químicos y físicos.
En ausencia de una definición clara (o al menos no la hemos encontrado), vamos a ejemplificar en que consisten estos tratamientos en la agricultura. Los tratamientos mecánicos son aquellos que consisten en tirar, arrastrar, desbrozar, arar o perforar el suelo. Los tratamientos químicos son los que conocemos por su mala prensa: pesticidas, herbicidas y todas aquellas sustancias de tipo sintético que se aplican al campo. Por último, los tratamientos físicos son aquellos que buscan modificar las condiciones físicas del suelo como: anegar cultivos, acidificarlos, cambiar la permeabilidad del sustrato,…
Esto punto es particularmente interesante, ya que ¿Cómo podemos mantener una alta producción eliminando cualquier tratamiento mecánico del bosque o prado? ¿Acaso la siembra o la siega de cosecha no es un tratamiento mecánico? ¿Y el regadío? Desde que el ser humano ha abandonado su condición de cazador/recolector, ha estado en constante modificación de su entorno. Modificando las especies vegetales, animales, cambiando las propiedades del suelo,… Deberíamos de admitir que forma parte de la condición humana influir sobre su entorno. De ahí que la importancia resida en los matices y no se pueda considerar una única opinión o vía de trabajo.
En Orballo, no utilizamos pesticidas ni fertilizantes de origen químico. Haciendo un inciso, habría que definir el concepto ¨química¨ en una dimensión más amplia, ya que todo es química. Pero esta cuestión podría llevarnos toda la tarde…. Sin embargo, entre nuestras técnicas de agricultura se encuentra la fertilización y la lucha contra plagas. También la utilización de medios mecánicos para la cosecha o mantenimiento. ¡Y que se lo digan a la espalda de Joaquín!. No creemos que la agricultura regenerativa sea por eso más respetuoso con el medio ambiente, o al menos deberían contemplarse cuales son los términos y criterios mínimos.
Mantener la cobertura del suelo.
Esta cuestión es muy interesante. Se sabe que manteniendo una vegetación entorno a nuestros cultivos se genera un menos consumos (evaporación) de agua, una protección contra plagas y clima adverso, una mejora del ecosistema y la polinización, y en definitiva un aumento de los estímulos a nuestras plantas. También hay inconvenientes, nuestros cultivos pueden ralentizar su crecimiento dada la competencia por los recursos o pueden generarse más plagas si las especies no son las adecuadas. La cantidad de recursos necesarios para la gestión de los posibles incidentes y mantener un equilibrio entre la flora autóctona y la objetivo, puede afectar a la viabilidad de nuestra plantación. En definitiva, necesitamos más recursos, más superficie y más tiempo para nuestras cosechas.
En Orballo utilizamos dos corrientes, la cobertura con materiales compostables o de alta durabilidad entre las líneas de nuestros cultivos. O el empleo de técnicas como mulching que consiste en segar las plantas cuando estén a una tamaño que entorpezca el desarrollo de los cultivos, y dejar los restos en el suelo para seguir generando cobertura y retrasar el crecimiento de nueva competencia.
Minimizar la alteración del suelo.
La aparición del arado fue una revolución en la agricultura. Tan importante que probablemente nos haya traído al lugar que ocupamos hoy. Este hecho es contrastado y conocido por todas. Pero se conoce poco el motivo real del éxito de esta técnica. La técnica de arado consiste en remover la tierra cada año, para acceder a los nutrientes y minerales de las capas inferiores. Esta práctica, aparentemente inocua, genera grandes problemas. el principal de ellos es la emisión de CO2. En la cubierta de la tierra, la fina capa de apenas unos centímetros que está expuesta al sol, habitan millones de organismos vivos. Estos organismos fijan el carbono de la atmósfera. Cuando removemos la tierra, estamos liberando cantidades asombrosas de carbono al medio ambiente. Es una problemática de la que poco se habla, pero se considera la tierra la segunda mayor reserva estable de carbono del planeta, por detrás de los océanos.
Una solución para esta cuestión consiste en aplicar otra técnica ya conocida desde la edad media: la rotación de cultivos. No es necesario remover la tierra si elaboramos una correcta planificación de los cultivos a largo plazo. La naturaleza del cultivo de Orballo hace posible mantener una misma especie durante varios años, por lo que tan solo es necesario un arado para favorecer el enraizado en la etapa de siembra.
Mejorar la biodiversidad.
Poco deberíamos matizar sobre esta cuestión. Por suerte, todas entendemos que una mayor diversidad genera ecosistemas más ricos que fomentan el desarrollo de la vida en todo su conjunto. Por si no te ha quedado claro, ahí va un ejemplo recurrente: si utilizamos pesticidas eliminamos los insectos, los insectos son los encargados de polinizar las plantas. Fin de la historia. Bueno, realmente hay más: los pájaros mueren por que se quedan sin alimento o enferman por los pesticidas. Si viene otra plaga ya no habrá pájaros, utilizaremos más pesticidas y te los acabarás comiendo y enfermando tú. Si desaparecen los pájaros u otros animales insectívoros, desaparece la fertilización, los campos cada vez más pobres. Utilizaremos más fertilizantes y te los acabarás comiendo y enfermando. Si desaparecen los depredadores de estos pequeños animales, sigue faltando la fertilización, la dispersión de semillas, el cruce y mejora de especies,… y blablabla. En todo esto hay un factor común, y es que al final lo pagas tú. En serio… cuidar el planeta, cuidar la biodiversidad es algo muy serio.
Prof. Frink — Me equivoqué, los lagartos son una bendición del cielo
Invasión lagartos | Los Simpson https://www.youtube.com/watch?v=EGAQC3rldms
Lisa Simpson — ¿Pero no cree que esto es exagerado? ¿Qué pasará cuando estemos infestados de lagartos?
Prof. Frink — No es problema, simplemente desataremos una plaga de serpientes de aguja chinas. Acabarán con los lagartos.
Lisa Simpson — ¿Y no son aún peores las serpientes?
Prof. Frink — Si, pero estamos preparados. Contamos con una especie de gorila que se alimenta de carne de serpiente
Lisa Simpson — ¡Pero nos invadirán los gorilas!
Prof. Frink — ¡No! Eso es lo mejor de todo. Cuando llegue el invierno los gorilas se congelarán de frío
Si eliminamos el uso de agentes químicos como herbicidas o pesticidas y dejamos de perseguir a los animales e intentamos convivir con ellos, la biodiversidad explota en exuberancia. Solo tienes que darte un paseo por nuestros campos, escuchar y observar. No es necesario mejorar (si es que el término se refiere a incorporar), simplemente hay que dejar, no entorpecer o molestar. La naturaleza sabe lo que hace.
Integrar ganado
No nos gusta la palabra ganado. Quizá la expresión correcta sea ¨convivir con animales rumiantes¨. ¿Por qué? El ganado según la RAE son animales criados para su explotación y comercio. Si realmente queremos tener una visión integrativa, deberíamos de dejar de considerar animales como objetos de explotación. Es decir, podemos entender un rebaño de vacas, 4 o 5 para tu autoconsumo, para su aprovechamiento total cuando llegue al término de su vida. Lo que no podemos imaginar, es un rebaño de 500 o 1000 cabezas paseando por medio de un cultivo y destruyendo todo a su paso. Por tanto, no es ganadería, es convivencia. La ganadería actual, o futura, destinada a satisfacer las necesidades del mercado alimentario es incompatible con una agricultura sostenible y respetuosa con el medio. Además, no es para todos los cultivos. De hecho para muy pocas especies. Desde nuestra experiencia no funciona con especies como cereales o legumbres. Se las acaban comiendo.
En Orballo tenemos 5 maravillosas ovejas. Siegan, siegan y siegan hierba sin parar. Toneladas de pasto. La buena noticia es que no les gusta el té. las podemos dejar pasando entre los pasillo y se encargan de devorar todas las malas hierbas. Pero por el contrario, no se pueden acercar a un campo de hierbabuena, ¡les chifla! Acaban con ella y por consiguiente con toda la producción. Por eso es que creemos que los animales no son solución para todos los cultivos.
Puedes conocer más sobre nuestras ovejas en este post:
Vincular la agricultura regenerativa con la permacultura y silvicultura.
Desde nuestra perspectiva, vincular la agricultura regenerativa con estas dos técnicas de agricultura es un error. Es poner un nombre a algo que ya está inventado. Para nosotras tanto la silvicultura como la permacultura son los dos tipos de agricultura más nobles en cuanto a respeto por el planeta y sus habitantes. Cada vez que visitamos o conocemos alguna de esta iniciativa nos quedamos asombrados por su belleza. Lo disfrutamos, es bello.
El enfoque de la permacultura está orientado a ser autosuficiente. Es decir, a no depender de proveedores ni de explotaciones de agricultura intensiva. Poder desarrollar y disfrutar un proyecto de este tipo en tu comunidad es un privilegio. Posiblemente no encontrarás mayor calidad en el producto final que la que puedas conseguir de estos pequeños ecosistemas.
Sin embargo, parece que la agricultura regenerativa se quiera aproximar a este concepto. Desde nuestra perspectiva es difícil vincular el actual modelo de consumo a un sistema de cultivo basado en la permacultura o silvicultura. Por tanto, a fecha de este artículo y con lo que ahora podemos conocer, creemos que cuanto más mercantilizada esté el producto o la marca, menos sentido tendría utilizar el término agricultura regenerativa.
Y ahora es tu turno
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Un comentario en “Diario de campo: Preparación de terrenos y agricultura regenerativa.”