Infusiones en la digestión – NutriTribu Susana Rodríguez

Estamos con Susana, nutricionista de Centro Nutriciona y hoy vamos a hablar sobre el proceso digestivo y las infusiones en la digestión. 

¿Cuéntanos un poco cuáles son las patologías, los problemas más frecuentes que te encuentras en tu consulta en el día a día?

Como dolencia, lo que más me suelo encontrar son personas que muchas veces vienen por otro objetivo como pérdida de peso, pérdida de grasa y demás. Y al final me encuentro que tienen muchísima hinchazón, se encuentran muy mal y eso ya es un motivo incapacitante. Tienen muy limitada la alimentación. La hinchazón y los gases es lo principal.

Y luego sí que es verdad que también vienen ya pacientes con un diagnóstico claro como intolerancias o alergias; quizá un poco menos. Y yo creo que lo que más veo en consulta sin duda es síndrome de intestino irritable. Sin duda. 

¿De qué forma la nutrición está relacionada con esos síntomas? ¿Cómo nos afecta nuestro aparato digestivo y en qué medida?

Todo, al final, cuando estamos comiéndonos la digestión ya empieza en la boca, entonces ahí ya empieza todo el proceso.

Sí que es verdad que luego te encuentras por ahí casos en los que se dice que, aunque tengas una patología digestiva, la alimentación no influye en nada. No es así, no es tan fácil. Al final, eso, es súper importante. Yo no te sé decir el porcentaje exacto. Si fuese por mí te diría el 98%, pero en realidad no lo sé. Pero sí que lo veo por la experiencia clínica, o ya científicamente mirando estudios y demás, que realmente lo que influye la alimentación en cualquier patología digestiva, dolencia o molestia; es brutal. Yo lo he visto muchísimo. 

Dentro del mundo de las plantas ¿Cómo crees que las infusiones pueden mejorar estos procesos digestivos?

Yo creo que pueden dos cosas: mejorar, pero también empeorar. Es importante saber también de qué patología estamos hablando. Si tenemos un diagnóstico claro. Porque hay infusiones que pueden perjudicar un poquillo. Un poquillo o un poco más. En realidad, mucho más. Yo, por ejemplo, lo que más puedo recomendar es jengibre. Porque además tiene ese poder antiinflamatorio, que es como más conocido; y tienes un estado de inflamación en cualquier patología. Después sí que es verdad que se ve que estimula la producción de jugos gástricos.

Entonces cuando hay problemas de gases o problemas de discrasia, las infusiones se usan un poco más. Que es súper habitual. Y eso, al final también muchas veces, incluso con cólicos y demás, también alivia un poco el jengibre. Pero también debemos tener ojo. Porque sí que es verdad que, si ya estamos en una patología, tenemos una úlcera, algún tipo de gastritis, o incluso muchas veces tenemos muy dañado el esófago y demás; el jengibre puede, al estimular esos jugos gástricos. Puede perjudicar un poco más de lo que puede beneficiar, digamos.

Entonces, yo de primera podría ir el jengibre y de segunda la manzanilla. Que yo creo que es como la más conocida. Yo creo que todo el mundo dice, me duele la barriga que tomo, una manzanilla. Muchas veces el efecto placebo también está ahí, y ojo, está perfecto, no pasaría nada. La manzanilla sí que es verdad que la evidencia dice que mejora. También tiene cierto problema antiinflamatorio, pero menos que el jengibre. Pero también es antiespasmódica. Es decir, también para el tema de problemas de cólicos y demás, también ayuda y calma bastante. Y como también tiene cierto poder relajante, también por esa parte puede ayudar.

¿Qué pasa? Te comentaba antes que yo lo que más veo en consultas es simplemente colon irritable. Y la hidroterapia de elección, de forma habitual, en el 95% de los casos, es una dieta baja en FODMAP. Que eso podríamos hablar aquí internamente sobre eso. La manzanilla no está permitida en la dieta baja en FODMAP porque tiene relación con la fructosa. Entonces sí que puede empeorar. Ahí a lo que iba antes, muchas veces empeora más de lo que nos puede beneficiar.

Y después también lo hablábamos, el tema de beber más agua. Muchos problemas en consulta también son los estreñimientos, que se soluciona por una parte comiendo mejor y por otra parte bebiendo más. Porque bebemos muy poco. Con infusiones al final también estás aumentando el consumo de líquido y eso es muy importante. Quizás las infusiones son una forma de tomarte un refresco, o un sustitutivo de café a veces, que nos lo tomamos por inercia, cuando estamos parados y tenemos que beber algo. ¿Qué te tomas? Tomas un café o tomas un refresco comercial. Pues quizás sea una forma también de ingerir agua de una forma saludable.

O.- Me parece súper interesante lo que dices de la manzanilla, que es como un punto de inflexión. Porque tradicionalmente, nuestros padres y nuestras madres, siempre nos han ofrecido manzanilla cuando éramos pequeños. En Orballo, siempre pensamos que la manzanilla está un poco denostada en cuanto a su sabor.  

S.- Totalmente, o sea, yo me encuentro con pacientes que es como manzanilla, pues manzanilla no, porque me sabe a estar enfermo.

O.- Entonces sí que, bueno, el punto ese de la albahaca en nuestro caso, yo creo que le queda muy bien. Y hace que no tenga ese sabor de enfermedad que atribuye mucha gente. Siempre pensamos que la que te compras en el supermercado, que tiene una calidad muy baja, realmente no es manzanilla. Es una amalgama de partes de toda la planta de bajo precio.  En cambio, si te pones una manzanilla buena, es una planta que está rica. Que está dulce. Puedes tomar con una manzanilla y que te guste.

¿Hay alguna planta más, Susana, que creas que puede favorecer o deberíamos conocer para el futuro?

Pues mira, por ejemplo, la menta poleo. Que también se utiliza muchísimo, yo creo, a nivel tradicional. Sí que es cierto que no hay evidencia clara. Incluso la EMA, que es la Agencia Europea del Medicamento, no avala su eficacia. Pero sí que reconoce que a nivel popular que realmente sí que funciona. Que tiene ciertos efectos, sobre todo para el tema de los gases, el efecto carminativo. También un poco lo que hablábamos: al final te hidratas. También te hidratas con cierta temperatura. Que también puede favorecer la musculatura.

¿Qué plantas, qué infusiones son más en tu despensa como profesional de la nutrición?

Bueno, yo, sin duda, la manzanilla la tengo siempre, la que tiene albahaca, porque me encanta. Y después el jengibre. Porque al final no solamente es a nivel de digestión, de que te sientas un poco más pesado. Tiene ese efecto antiinflamatorio que sí que está súper estudiado y probado y sí que funciona muy bien.

Y después ya a nivel de plantas, obviamente, lo intenté muchísimo teniendo aromáticas en casa. Pero se me mueren siempre. Muchas veces las cuido de muchas formas y siempre se me mueren. Entonces ya pues los compro directamente. Siempre suelo tener pues los básicos, ¿no? O sea, albahaca, perejil, orégano, tomillo, … Bueno, el tomillo yo lo uso bastante. Realmente, si te gusta la cocina, al final sí que tienes aromáticas. Porque es un recurso que puedes utilizar para aportar sabor.

Y, por último, ¿de dónde viene tu vocación a la nutrición? ¿Cómo te encontraste con este mundo? ¿Qué es lo que te ha hecho que te especializases en el aparato digestivo?

No sabría muy bien qué responderte, esa es la realidad. ¿Por qué empecé a estudiar nutrición? No lo sé, realmente. Pues como que siempre me gustó, o sea, tenía mucho interés en la parte de salud. Y pensando en la parte que más me gustaba … Pero no tenía muy claro por qué rama decantar.

Cuando yo empecé a estudiar, aquí era algo muy reciente, en Galicia me refiero. Porque no se estaba, o sea, aún no estaba implementado el grado. Yo me lo empecé a plantear. Y luego ya es como que bueno, siempre me llamó mucho la atención el tema de trastornos de la conducta alimentaria y demás. Y yo creo que me metí por eso. Aunque quizá no vea demasiado de eso. Veo muy poco del trastorno de la pérdida alimentaria en consulta. Inicialmente me especialicé en deportiva, pero me duró poquito tiempo. Hice el máster y demás, pero a los dos años fue como: esto no es para mí.

A mí me gustaba más la patología, la forma de ayudar. Y sí que veía eso, que la mitad de los pacientes que venían siempre había algún problema detrás que no se solucionaba con una alimentación que se utilizaba con otros pacientes. Era como si aumentásemos las verduras y las estamos liando. O hacemos esto y me pongo fatal. Entonces como que, investigando e investigando, al final empiezas a descubrir. Y ahora como nutricionista siempre se ríen de mí y me dicen que soy la reina de las cacas. Porque es la realidad, me pongo ahí mi escala de Bristol, que es una escala que clasifica las heces. Me empecé ahí a meter en ese mundillo y la verdad es que ya me quedé. Espero que por mucho tiempo.

¿Hay algún consejo que le puedas decir a una persona que siente que algo falla? ¿Que algo no está del todo bien? ¿Qué le recomendarías?

También es difícil la pregunta. Al final lo importante es ver hasta qué punto falla, es decir, ¿tengo una molestia de vez en cuando? ¿Tengo una ligera molestia o realmente me está impidiendo tener mi vida normal? Muchas veces pasa esto. Es decir, incluso que no es que me impida mi vida normal. Pero sí que normalizo. Normalizo tener diarrea todos los días. Normalizo estar infladísimo al terminar de comer, o no poder comer muchísimos alimentos.  Entonces, eso lo primero. Saber identificar hasta dónde me limita. Y después ahí poder identificar, si hablamos de alimentación, qué tipo de alimentos muchas veces me producen y que son malestar. O qué alimentos me producen y que son malestar. Por ahí ya podemos empezar a hilar.

Pero la mayoría de las veces el consejo es que acudan profesional. Muchas veces incluso cuando me vienen las consultas, primero tienes que acudir a un profesional de la medicina, como un digestivo, un gastroenterólogo, … Para que realmente tengas un buen diagnóstico. O al menos que descarten ciertas patologías que pueden ser potencialmente graves o importantes para manejar. Es importante saberlo, aunque no te vayas a morir. Y después tratarlo con un nutricionista.